XXX Domingo del Tiempo Ordinario ciclo C (Lucas 18,
9-14)
De un fariseo
auto-complacido con la certeza de estar más cerca de Dios y un publicano
consciente de la distancia que el pecado
ha introducido entre Dios y él, se nos dice que éste último volvió a casa
justificado, mientras que el otro retornó con un pecado más.
Quien verdaderamente se
hace seguidor de Cristo, no desprecia a los pecadores, ni siquiera se considera
superior a ellos porque es consciente de
que si no lleva una vida de pecado y
puede realizar buenas obras, es
gracias a los bienes recibidos de Dios.
Quien pretende hacer de Cristo el centro de su vida, no ha
de temer otra cosa que no sentirse
necesitado, relegando a Dios a la periferia de su existencia.
Fuentes: revista
Magníficat; “El Evangelio de Jesucristo” Leonardo Castellani.
Lecturas de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s
Holy Mass Readings
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