"Tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único”.
A Jesús no lo mató la voluntad del Padre, sino los pecados de todos y su entrega incondicional a su misión.
La cruz, considerada en el Imperio Romano como la forma más vergonzosa de ejecución, muestra a los cristianos cómo nos ha amado Dios, hasta dónde llega su amor, y todo lo que está dispuesto a hacer por nuestra salvación.
(Fuentes: Taco – Calendario del Corazón de Jesús; revista Magnificat)
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