XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C (Lucas 21, 5-19)
Las lecturas de hoy nos llaman a afrontar las
dificultades con esperanza confiando en el Señor. La historia, en la que no
faltan catástrofes naturales ni sufrimientos provocados por la injusticia de
los hombres, no escapa al poder de Dios. Desde nuestra mirada, quizás algo
miope, nos puede parecer que los malhechores ganan con demasiada frecuencia.
Esto produce perplejidad y puede conducir al desánimo e incluso a alejarnos de
Dios. No hemos de olvidar que Jesús trabajó con manos de hombre, convivió entre
nosotros y nos amó con corazón de carne. Él compartió las alegrías y dolores de
sus contemporáneos, experimentó las consecuencias de las decisiones políticas y
estuvo inmerso en la vida social y religiosa de su pueblo. No desconocía su
hora y su alimento era «hacer la voluntad del Padre». Nosotros, que hemos sido
redimidos por él, hemos de vivir en nuestro tiempo dando testimonio de nuestra
esperanza y afrontando con confianza las vicisitudes diarias.
A su vez, hoy celebramos
la Jornada mundial de los pobres. En realidad, todos somos mendigos ante Dios.
Además, si sabemos reconocer en el necesitado al mismo Señor, se nos anticipa
el momento del juicio
Lecturas de la Misa de este Domingo.
https://www.dominicos.org/predicacion/homilia/16-11-2025/lecturas/
http://www.usccb.org/bible/readings/111625.cfm

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