XXV Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C (Lucas 16, 1-13)
Jesús nos recuerda que el modo en
que usamos los bienes terrenos guarda relación con nuestro destino eterno. El
administrador injusto empleó las riquezas para ganarse amigos y así asegurarse
que lo acogerían cuando cayera en desgracia.
El
discípulo de Cristo utiliza bien sus riquezas cuando estas contribuyen a crear
relaciones de amistad (no de interés). La referencia a la vida eterna nos
invita a crear vínculos que sean para siempre, y a no esperar otra recompensa
que no sea la que Dios nos pueda dar.
El modo injusto de tratar a los demás no solo
los perjudica, sino que, además, impide la deseable amistad social.
La
astucia al final es necedad, pues no es capaz de invertir lo caduco de manera
que tenga una rentabilidad eterna.
(Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat)
https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-c-tpo-ordinario-20-26/#_DOMINGO_XXV_DEL
http://www.usccb.org/bible/readings/092125.cfm
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