XXVI Domingo Tiempo Ordinario, ciclo C (Lucas 16, 19-31)
Además de hablarnos de
la justicia que se manifestará cuando caiga el telón del escenario de este
mundo y entremos en el definitivo, la parábola de Lázaro y el rico epulón
también nos habla de la soledad: la del que se aísla en la comodidad
despreocupada y la del que se encuentra abandonado.
Aunque
la descripción de la parábola pueda parecer exagerada, hemos de ser conscientes
de que un mal uso de los bienes materiales nos puede esclavizar, deshumanizar y
causar nuestra perdición.
Curiosamente, el
pobre, que parece invisible para el rico, tiene nombre. Aunque nadie se fije en
él, para Dios es importante.
https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-c-tpo-ordinario-20-26/#_DOMINGO_XXVI_DEL
http://www.usccb.org/bible/readings/092825.cfm
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