XXII Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C (Lucas
14, 1. 7-14)
Para poder reconocer a ese
Cristo que viene a buscarnos, hace falta la humildad. Sin ella, siempre estamos
descolocados. A ese Cristo que hemos
encontrado siendo pecadores, que no se ha avergonzado de nosotros, sino que nos
ha venido a buscar y nos deja que usemos su nombre, que digamos que somos sus
amigos, nos equivocamos si después queremos encontrarlo entre los primeros
puestos, porque es él quien viene a buscarnos, y por ello no debemos movernos
de nuestro sitio, sino permanecer en la humildad.
De ahí que los necesitados
y los excluidos sean foco de atención preferente, para celebrar con ellos el
banquete que rememora lo que ya habíamos vivido cuando Jesús salió al encuentro
de nuestra soledad y nos abrazó a pesar de nuestra indignidad. Ese Jesús
misericordioso que cambió la presidencia de la mesa, porque no vino a ser
servido sino a servir.
(Fuente: David
Amado Fernández, revista Magnificat)
Lecturas de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s
Holy Mass Readings
No hay comentarios:
Publicar un comentario