viernes, 14 de junio de 2019

NI ACERTIJO NI TEOREMA


Solemnidad de la Santísima Trinidad, ciclo C (Juan 16, 12-15)

            La Trinidad no es un acertijo ni un teorema, sino que designa el misterio mismo de Dios. Es un solo Dios, pero tres Personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Misterio de amor y misterio de comunión que Dios mismo nos ha querido revelar porque quiere introducirnos en su amor.
Dios es misterioso en sí mismo, pero cuanto sabemos de él nos habla de su amor hacia nosotros y de ese deseo de darse.
Continuamente miramos el misterio de la Trinidad cuando hacemos la señal de la cruz o decimos Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Son dos pequeñas oraciones que nos recuerdan que en el inicio de nuestra existencia está Dios y que nuestra vida debe manifestar su amor. Al revelarnos la Trinidad, Jesús nos señala de qué amor quiere que participemos. Pero no son solo sus palabras, sino que cada uno de sus gestos revelaba la Trinidad, pues en ellos mostraba la misericordia de Dios.
De este modo, se nos muestra una doble dimensión de la Trinidad en nuestra vida. Nos invita, por una parte, a adentrarnos en el conocimiento de Dios y de su amor y, por otra, a manifestar que lo conocemos mediante la caridad.


(Fuente: David Amado Fernández,  Revista Magníficat)

Lecturas de la Misa de este Domingo.

This Sunday´s Holy Mass Readings.





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