DOMINGO
11º DEL TIEMPO ORDINARIO B (Marcos 4,
26-34)
Para
salvarnos, Dios elige un camino que pasa
por la pequeñez. Como la semilla que germina desde dentro hacia fuera, en
silencio, de día y de noche, por la acción de Dios.
Una
semilla parece pequeña y frágil, pero de ella surge una planta, incluso un árbol enorme.
Así es la acción de Dios, así crece la fe.
Ese es el secreto de nuestra confianza, porque no nos fiamos simplemente de
nuestra mente y nuestro esfuerzo, sino de la acción de Dios, cuyo Reino se va desarrollando en el mundo y también en cada uno de
nosotros.
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Fuente: Taco- Calendario del Corazón de Jesús y Revista
Magníficat.
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