viernes, 13 de febrero de 2015

Acercándonos a quien puede curarnos.

VI Domingo ordinario B Marcos 1, (40-45)

            La lepra, enfermedad que hasta tiempos reciente marginaba a quienes la contraían, constituye en este sexto domingo del tiempo ordinario, un claro símil del pecado.
            Como pecadores hemos de seguir el ejemplo del leproso,  que se acerca reconociendo su enfermedad a quien puede curarle, y éste  no es otro que Jesús.
            Cristo es el verdadero médico de nuestras almas, que se conmueve ante nuestras debilidades, y que nos trae la gracia, cuando hasta entonces la ley sólo podía acusar y recordarnos nuestra debilidad.


Fuente: revista Magnificat



No hay comentarios:

Publicar un comentario