viernes, 20 de septiembre de 2013

DE PARDILLOS Y SEGUIDORES DE JESÚS

XXV Domingo Ordinario C (Lc 16, 1-13)

En el pasaje de la parábola del administrador injusto, Jesús no alaba su corrupción sino su astucia.
Dios nos ha constituido a todos en administradores  de sus bienes con los dones que nos ha dado a cada uno, y que van mucho más allá de los bienes materiales. Su deseo es que los empleemos en bien de los demás, siendo ese también nuestro bien.
Debemos ser listos,  pero llevando  una vida al estilo de Jesús. Porque de eso depende la fe de muchos: “que al ver vuestras buenas obras reconozcan a vuestro Padre de los cielos".


Fuente: Taco-calendario del Corazón de Jesús. Revista Magnificat.

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