A las puertas de la Navidad contemplamos a san José, figura emblemática de quien humildemente, sin poner en duda lo que se le pide, cumple la voluntad de Dios.
José permanece en un silencio, signo de paz, donde se revelan los designios de Dios.
El misterio de la redención pasa por –tal y como hizo José- recibir el amor de Dios en nuestro corazón.
Igualmente, como cada Navidad, recibimos el llamamiento de Cáritas diocesana para vivir sencillamente, compartiendo incluso lo necesario.
(Fuente: revista Magnificat)
No hay comentarios:
Publicar un comentario