II Domingo de Adviento, ciclo B (Mc 1,1-18)
Isaías, siglos antes de Cristo, proclama: «Consolad, consolad a mi pueblo». Lo que a ellos se anunció como profecía nosotros lo recibimos ya cumplido, pues conocemos lo que Cristo ha hecho por nosotros y cómo se ha ofrecido por nuestros pecados. Por ello tenemos a la vista que en Él nuestro crimen ha sido pagado. En Él hemos sido rescatados. Aun así, necesitamos las palabras consoladoras de Isaías, porque en nuestro corazón hay heridas y no siempre tenemos ante los ojos «al Señor que llega con poder».
Por otra parte, Juan Bautista llama
a la conversión, es decir, a volverse hacia Dios y a no descuidar en ningún
momento que la salvación nos viene por Cristo.
El Adviento nos sitúa entre esos
dos polos. Necesitamos la gracia de Dios para ser transformados, pero podemos
ya estar alegres por conocer su amor.
(Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat)
Lecturas de la Misa de este Domingo.
https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-b-adviento/#_DOMINGO_II_adviento
http://www.usccb.org/bible/readings/121023.cfm
No hay comentarios:
Publicar un comentario