XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo C (Lucas
18, 1-8)
Jesús dice en el Evangelio a sus discípulos que hay que
orar incesantemente, hay que orar sin desanimarse. La comparación entre el juez
de la parábola y Dios es clarísima. Los hombres conocemos la corrupción. El
juez hace justicia sólo para evitar ser molestado. Pero Dios no es como el
juez. Dios es Padre. Dios nos ha creado y nos ha elegido para la vida. ¿No hará
justicia Dios a sus elegidos? ¿Es que su amor por ellos no es real? Por eso hay
que confiar en él. Esa confianza forma parte esencial de la fe. Sólo el que
confía de verdad cree realmente. En el silencio de Dios que a veces nos
envuelve, hay que mantener la fe y la confianza.
(Fuente: Fernando Torres cmf, Ciudad Redonda)
Lecturas de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s
Holy Mass Readings
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