Este domingo celebramos la solemnidad de San Pedro y San Pablo. Los dos fueron llamados por Jesús, y los dos aceptaron el llamamiento. Los dos eran hombres frágiles, llenos de defectos, pero también de amor incondicional a Jesús. Los dos sintieron que Jesús les encargaba una misión y dijeron que sí hasta la muerte. De ellos nació la fe de muchas iglesias, y de cada uno de nosotros. Por ellos conocimos a Jesús y les estaremos eternamente agradecidos.
(Fuente: Taco-Calendario del Corazón de Jesús)
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