Nuestra
vieja condición
va a ser crucificada con
Cristo, quedando destruida nuestra personalidad de pecadores, y nosotros libres
de la esclavitud del pecado. Sin embargo:¿Cuál es nuestra vieja condición? ¿Necesitamos liberación? . En esta doble pregunta Radica
nuestro problema básico: los pecados nos matan,
pero nos atraen. Venganza, lujuria, pereza, soberbia, violencia, los celos… destruyen nuestra vida y la de
los demás. Es un formidable engaño; no
obstante, ahí
entra Dios, no como Juez, sino como médico, porque necesitamos curación.
(Fuente:
Taco-Calendario del Corazón de Jesús)
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