Jesús busca entablar un diálogo de vida con una mujer samaritana que cumple su tarea cotidiana de sacar agua del pozo. Ante nosotros, Dios se mostrará empeñado en un diálogo amoroso con esa mujer esquiva y huidiza. Al igual que a la samaritana, la Palabra nos emplaza a un diálogo sincero ante el que, o bien podemos disimular nuestra sed, o seguir el ejemplo de la samaritana y dejar que aflore el manantial interior.
(Fuente: Mikel Garciandía - Semanario La Verdad)
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