XIII Domingo
del Tiempo Ordinario, ciclo C
(Lucas 9,
51-62)
Seguir
a Jesús no es tener poderes, ni avasallar a nadie. Es dejar todas esas cosas,
hasta los vínculos e intereses familiares, e irse con el que no tiene nada de
este mundo que ofrecer. Y así se gana lo más importante, la libertad. Una
libertad que, aunque parezca una paradoja, consiste en hacerse esclavo de todos
por amor. Para vivir en esa libertad nos ha liberado Jesús de todas las demás
esclavitudes.
Extraído
del Taco-Calendario del Corazón de Jesús.
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