Quien suscribe estas líneas jamás ha obtenido -ni remotamente- una matrícula de honor; y sin ser rico, tampoco se ha beneficiado de una triste beca. No me considero discriminado, a pesar de haber asistido a como compañeros de pupitre, de bastante mayor poder adquisitivo, sí han sido agraciados con becas no derivadas de su condición de aventajados estudiantes, sino de las "habilidades paternas" para esquivar al fisco .
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