Tercer Domingo de Pascua B (Lucas 24, 35- 48).
Jesús resucitado sigue teniendo
un cuerpo y no es un espíritu, como creen sus apóstoles cuando se les aparece.
Podemos decir que su cuerpo ha cambiado, pero es la misma persona. Su gran seña
de identidad serán las heridas de la Pasión. De éste y otros relatos de las apariciones
sacamos la conclusión de que para los apóstoles no fue fácil reconocer la
resurrección de Jesús. Pero, al mismo tiempo, sus dudas y miedos, así como las
dificultades primeras para aceptar los testimonios de otros, nos señalan que
aquellas apariciones fueron encuentros reales con Jesús resucitado. A través de
todo ello, fueron comprendiendo que Jesús había vencido a la muerte y que había
entrado en una vida nueva. También entendieron que, aunque ya no continuaba su
vida terrena, podía seguir cerca de ellos y que su nueva existencia gloriosa
era la causa de su salvación.
(Fuente: David
Amado Fernández, revista Magníficat)
Lecturas de la Misa de este Domingo.
https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-b-pascua/#Domingo_iii_pascua
This Sunday´s Holy Mass Readings
https://bible.usccb.org/bible/readings/041424.cfm
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