XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo A ( Mareo 18, 21-35)
La parábola del siervo malvado quien,
perdonado infinitamente, no es capar de perdonar una nimiedad, ilustra la
indisoluble dinámica entre el perdón hacia los demás y la relación de gratitud
hacia Dios. La relación con Dios se manifiesta en el perdón a los demás. El
perdón es el lugar de la revelación de Dios a través de nosotros y, al mismo
tiempo, es también el juicio sobre nosotros, en cuanto que no perdonar
significa que el Padre no nos reconoce como sus miembros. Como se plantea en la
oración del Padre nuestro, el perdón de Dios tiene una relación objetiva con
nuestro perdón a los que nos ofenden. Por lo tanto, el perdón es el lugar
privilegiado donde el cristiano hace presente a Cristo en el mundo.
http://www.ciudadredonda.org/calendario-lecturas/evangelio-del-dia/?f=2020-09-13
This Sunday´s Holy Mass Readings
http://www.usccb.org/bible/readings/091320.cfm
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