III Domingo de Cuaresma, ciclo A (Juan 4, 5-42)
Al igual que la Samaritana, también nosotros
buscamos el agua que sacie un corazón
inquieto hasta descansar en Dios.
Reconocer que tenemos sed de Dios, es empezar a encontrarle ya que en la misma
sed está presente el anhelo de lo que buscamos.
La historia de la samaritana, como la nuestra con Jesús,
es la historia de dos sedientos, puesto que Jesús tiene sed de que tengamos sed
de Él.
(Fuente: Julio Colomer Casanova,sj. Evangelio
Diario en la Compañía de Jesús 2020)
Lecturas
de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s Holy Mass Readings
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