II Domingo de Navidad (Juan 1,1-18)
En el misterio
de la Navidad se nos hace presente que estamos llamados a la amistad personal
con Dios y que podemos unirnos a Jesucristo por la fe. A través de él entramos en relación con el misterio
escondido de Dios. San Agustín lo ha expresado con mucha belleza: «El que tiene en lo más alto de los
cielos una morada invisible posee también una tienda sobre la tierra». Esa tienda es la Iglesia, en la que
podemos ya experimentar la dulzura de la vida eterna y disponernos para llegar
a ella.
El amor eterno
de Dios se ha acercado y sale a nuestro encuentro. Esta noticia nos llena de
alegría y nos impulsa a desear crecer en la amistad con Cristo.
(Fuente: David
Amado Fernández, revista Magníficat)
Lecturas
de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s Holy Mass Readings
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