jueves, 2 de enero de 2020

Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.


II Domingo de Navidad (Juan 1,1-18)

En el misterio de la Navidad se nos hace presente que estamos llamados a la amistad personal con Dios y que podemos unirnos a Jesucristo por la fe. A través de él entramos en relación con el misterio escondido de Dios. San Agustín lo ha expresado con mucha belleza: «El que tiene en lo más alto de los cielos una morada invisible posee también una tienda sobre la tierra». Esa tienda es la Iglesia, en la que podemos ya experimentar la dulzura de la vida eterna y disponernos para llegar a ella.
El amor eterno de Dios se ha acercado y sale a nuestro encuentro. Esta noticia nos llena de alegría y nos impulsa a desear crecer en la amistad con Cristo.

(Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat)

Lecturas de la Misa de este Domingo.

This Sunday´s Holy Mass Readings




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