sábado, 30 de noviembre de 2019

TESORO EN SEGUNDO PLANO


Reflexiones sobre la celebración de la Medalla Milagrosa y Santa Catalina en nuestro colegio.



No podemos hablar de una cara y una  cruz o de un sabor agridulce, pero la celebración del día 28 de noviembre de 2019, conmemorando la Medalla Milagrosa y a Santa Catalina Labouré, dejó momentos para la reflexión que tal vez no habían surgido en ediciones anteriores.
Todo salió a pedir de boca: los montajes de ambientación, la multitudinaria eucaristía, chocolatada, juegos de mesa  y la segunda edición del Talent Show particular. Fue en este último evento, donde asistimos  a un fenómeno que muestra un paralelismo con los tiempos, y la época del año que vivimos.  A las puertas de un Adviento, que un año más nos lleva a  la Navidad, nos vemos inundados por  “Black Fridays”, iluminaciones, campañas publicitarias y demás parafernalias que encarnan la parte más “vistosa” –que no auténtica- de estas fiestas. En sí no hay nada malo en que –con un mínimo sentido común- se hagan actos extraordinarios en estas fechas, como tampoco hubo nada que reprochar a todos los galardonados en nuestro festival; no obstante, así como el tesoro del Adviento, y por ende de la Navidad suele quedar postergado a un segundo plano en nuestra sociedad, también en nuestro festival quedó un verdadero tesoro sin el reconocimiento debido. Dos personas cantaron como los ángeles, y a juzgar por más de uno de los presentes, debieron haber tenido un reconocimiento mayor que el del agradecimiento genérico por la participación. Dos personas que al igual que el Misterio de la Navidad, como tristemente suele ocurrir en nuestros tiempos y sociedad, quedaron en un aparente segundo plano . Y decimos aparente porque a más de uno nos recordaron y anticiparon   la discreta belleza  de ese  tesoro  que es la  Auténtica Navidad.   




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