V Domingo de Pascua B (Juan 15, 1-8).
Hoy, primer
Domingo del Mes de Mayo, Mes de María, los creyentes sabemos que nuestra
existencia es posible porque Dios la quiere y nos sostiene con su amor.
La imagen
de la vid que nos trae el Evangelio es harto elocuente.
Podemos deleitarnos en el sarmiento, contemplando sus
abundantes racimos de uvas; pero si olvidamos que está unido a un tronco, a una
vid, no entenderemos la razón de su fecundidad.
Queramos
pues, pertenecer a Cristo y sabernos
totalmente dependientes de Él.
Fuente: Revista Magníficat.
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