No traer al mundo la paz, prenderle fuego, poner límites al amor de nuestros padres.
Jesús nos puede parecer desconcertante; sin embargo, adentrándonos en su persona, vemos que a lo que nos llama es a poner del revés los criterios y los valores que mueven el mundo, que no antepongamos al amor a nuestros padres al de Dios, que demos la cara por lo mismo que Él la dio, y que afrontemos con alegría el precio que haya que pagar.
La misión merece la pena.
Fuente: Taco-calendario del Corazón de Jesús; revista Magnificat.
No hay comentarios:
Publicar un comentario