XVIII Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B (san Juan 6, 24-35)
Cualquier
pan, incluso el maná que alimentó a Israel durante cuarenta años, es
insuficiente y no puede liberar de la muerte. Por eso, Jesús nos advierte que
la preocupación por la inmediatez no debe despistarnos de lo que dura para
siempre.
Para trabajar por el pan de la vida eterna, es
necesario creer en él. Solo el pan vivo que Dios nos da, el mismo Jesús, nos
abre a la eternidad. No es nuestro organismo, ni siquiera con un corazón bien
dispuesto, el que puede asimilarlo, sino que es él quien nos transforma. La
Eucaristía no tiene ningún componente mágico, sino que nace del deseo de Jesús
y quiere afectarnos en lo más íntimo. Por eso hemos de acercarnos con fe. Cuando
se descubre la vida que encierra la Eucaristía, ya no se quiere prescindir de
ella.
(Fuente: David Amado Fernández “Revista Magníficat”)
L-I-B-TPO
ORDINARIO 10-19 – LECTURAS DE LA MISA (wordpress.com)
This Sunday´s Holy Mass Readings
http://www.usccb.org/bible/readings/080424.cfm
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