III DOMINGO DE
PASCUA ciclo A (Lucas 24, 13-35)
El
camino de Jerusalén a Emaús y de Emaús a Jerusalén es nuestro mismo camino. Los
elementos en este relato nos pueden
ayudar a reconocer mejor a Jesús en nuestros próximos Emaús.
En los momentos de abandono, de huida, de poco
ánimo, hay que estar atentos a los caminantes desconocidos en los que puede estar presente el Señor.
La
Eucaristía es el momento privilegiado para reconocer al Señor y descubrir el
sentido de nuestra vida como cristianos. En torno al altar nos sabemos hermanos
que compartimos el mismo pan.
No
hay que tener miedo en compartir con los demás nuestras experiencias de Emaús
tal y como hicieron estos dos discípulos. Todos estamos en camino y todos
experimentamos cansancio, desilusión y desesperanza. Quizá, en más de una
ocasión, simplemente compartiendo nuestra experiencia y ayudando al que está
cansado y a punto de abandonar, podemos ser el caminante desconocido que
ilusione de nuevo el corazón de un hombre o de una mujer. ¿No es eso ser
misionero?
(Fuente:
Fernando Torres cmf, Ciudad Redonda))
Lecturas de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s
Holy Mass Readings
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