II Domingo de Pascua
(Juan 20, 19-31)
Hoy segundo Domingo de Pascua,
celebramos el Domingo de la Divina Misericordia.
Si
la Resurrección podía ser vista como un signo del poder sin límites de Dios,
cuando Jesús se presenta a sus discípulos, lo primero que hace es desearles la
paz. “Paz a vosotros”. La presencia de Jesús no inquieta, no destruye, no
oprime sino que es portadora de paz, paz para los corazones y paz para todos.
Los que habían visto como la violencia del odio, de la venganza, de la muerte,
destruían –y parecía, tal y como atestigua Tomás, para siempre– la vida y el sueño de Jesús, ven
ahora como la fuerza y misericordia de Dios son capaces de engendrar Vida y Paz
más allá de la muerte que creamos los hombres.
Lecturas de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s
Holy Mass Readings
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