San José, esposo de la Virgen María. San Mateo
(1,16.18-21.24a)
Misteriosamente, san José entra en el misterio de la
redención. Sorprendido por la gravidez de María, José nos enseña a anteponer el
misterio a cualquier pretensión de realización personal. Dios no anula los
legítimos deseos y aspiraciones de cada uno, sino que los conduce a una
perfección más alta. San José con su prudencia, su silencio, su respetuoso
apartamiento nos enseña el camino para no caer en la frustración: abrirse a
dejar que Dios se manifieste. El amor de José fue allí purificado de igual
manera que su perfecta castidad hizo de él en la tierra una imagen más perfecta
del Padre del cielo.
Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat.
Lecturas para la Misa de esta Solemnidad
This
Solemnity´s Holy Mass Readings
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