viernes, 2 de noviembre de 2018

EL HORIZONTE AL QUE NOS DIRIGIMOS


XXXI Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B. San Marcos (12,28b-34)

Dios no quiere que le temamos sino que le amemos. Nuestra relación con Él es una relación de amor por la sencilla razón de que él nos amó primero. Somos creación suya, obra de sus manos.
De este amor a Dios se deriva que el prójimo es siempre un hermano al que amar. Es posible que no hayamos llegado todavía a vivir este amor universal, pero al menos debemos tener claro a dónde debemos llegar. El horizonte a donde nos dirigimos es amar.

(Fuente:  Fernando Torres cmf, Ciudad Redonda)
      
Lecturas de la Misa de este Domingo.

This Sunday´s Holy Mass Readings



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