XXVII
Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B san
Marcos (10,2-16)
Lejos de concebirse como un yugo,
la indisolubilidad del matrimonio alude a un don que se concede a las personas
unidas en matrimonio. El Sacramento del Matrimonio simboliza el amor de Cristo
por su Iglesia, pero además, en él Dios nos da su gracia, por lo que todos los
matrimonios –especialmente en los momentos de dificultad- nunca son dejados a
su suerte a la hora de enfrentarse a los desafíos que se presentan. Invocar al
Espíritu Santo y recorrer el camino de la confianza, sencillez y humildad de
los niños es la mejor forma de comprobar que el amor de Dios nunca defrauda.
(Fuentes: Papa Francisco “Amoris Laetittia”; David Amado Fernández, revista Magníficat)
Lecturas de la Misa de este Domingo.
This Sunday´s Holy Mass Readings
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