II
DOMINGO DE PASCUA, ciclo A (Juan 20,
19-31) Domingo de la Divina Misericordia
En este Segundo Domingo de Pascua
-fiesta de la Divina Misericordia- contemplamos el pasaje de la incredulidad de
Tomás.
Su fe tuvo que ver y tocar para
creer; sin embargo, Jesús no era invisible, ni lo es hoy: se le ve en la
comunidad de los creyentes, en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la
vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. El Resucitado era y es
visible en los resucitados que viven con un mismo espíritu, el Espíritu de Jesús.
La debilidad de Tomás fue más
provechosa para nosotros que la fe de los demás apóstoles, ya que muestra que
la fe es una victoria sobre la duda. Y cómo
desde la humillación, se llega a una de las más bellas oraciones de
todo el Evangelio: SEÑOR MÍO y DIOS MÍO.
(Fuentes:
Taco-calendario del Corazón de Jesús; David Amado Fernández – revista
Magníficat; Homilías del Padre Nicolás Schwizer)
Lecturas de la Misa de
este Domingo.
This Sunday´s Holy Mass Readings
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