VI Domingo ordinario B Marcos 1, (40-45)
La lepra,
enfermedad que hasta tiempos reciente marginaba a quienes la contraían,
constituye en este sexto domingo del tiempo ordinario, un claro símil del
pecado.
Como
pecadores hemos de seguir el ejemplo del leproso, que se acerca reconociendo su enfermedad a
quien puede curarle, y éste no es otro
que Jesús.
Cristo es
el verdadero médico de nuestras almas, que se conmueve ante nuestras
debilidades, y que nos trae la gracia, cuando hasta entonces la ley sólo podía
acusar y recordarnos nuestra debilidad.
Fuente: revista Magnificat
No hay comentarios:
Publicar un comentario