IV
DOMINGO DE ADVIENTO B (Lc. 1, 26-38)
Contemplar el Misterio de la
Encarnación en este cuarto Domingo de Adviento, nos hace descubrir que Dios
cuenta con nosotros para llevar a cabo su Plan de Salvación.
Al igual que estos días colocamos
las diferentes figuras del Nacimiento en nuestras casas, hemos de estar
dispuestos -a imitación de María- a dejarnos colocar por Dios en el lugar que
nos tiene reservado.
(Fuente:
Revista Magníficat)
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