jueves, 3 de abril de 2025

CULMINAR EL CAMINO CUARESMAL

 V DOMINGO DE CUARESMA C  (Juan 8, 1-11)

     Escribas y fariseos acuden a Cristo con intención de desacreditarlo, poniendo en riesgo además la vida de una mujer. Paradójicamente, pueden representar el fruto enfermizo de una penitencia que no ha florecido en la caridad porque no ha germinado desde la humildad. En su afán por erradicar el pecado, contra el que quizás han luchado con denuedo en sus propias carnes, desconocen la misericordia de Dios para con ellos y, por eso, tampoco la ejercen con su prójimo. Su excusa está en la inconsistencia que descubren en los demás y que Jesús les invita a reconocer en sí mismos: «El que esté libre de pecado». Si antes no eran conscientes de sus propias faltas, ahora yerran al no reconocer el rostro misericordioso de Dios. Su movimiento es incompleto, pues, aunque se alejan dejando en paz a la mujer, podían haberse unido a ella y apelar al juicio de Cristo. Así surge la pregunta de qué nos falta para abrirnos totalmente al amor de Dios, de cómo culminar el camino que, hace casi cuarenta días, emprendimos con entusiasmo.

 Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat.

 Lecturas de la Misa de este Domingo.

https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-c-cuaresma/#_DOMINGO_V_DE_1

 This Sunday´s Holy Mass Readings

http://www.usccb.org/bible/readings/040625-yearc.cfm




jueves, 27 de marzo de 2025

ALEGRÍA DEPENDIENTE DE LA DEL PADRE

 IV Domingo de Cuaresma C (Lucas 15, 1-3.11-32)

     De entre la rica enseñanza de la parábola conocida como del hijo pródigo o del padre misericordioso, podemos fijarnos en un aspecto concreto: si verdaderamente nos alegramos por la conversión del pecador. De alguna manera los dos hermanos creen que su alegría es algo independiente de la relación con su padre. Uno asume el riesgo de ir a divertirse lejos y el otro vive reprimido, deseoso de que su padre le dé un cabrito para tener un banquete con sus amigos.

Jesús deja la parábola inacabada. De esta manera nos invita a que nos introduzcamos en ella y a que hagamos examen. Probablemente será fácil reconocerse en cualquiera de los dos hermanos, pues son demasiadas las faltas que emborronan nuestras vidas. Pero aunque no seamos capaces de contar todos nuestros pecados, la misericordia de Dios es infinita. El hermano mayor también debía recorrer un largo camino, del resentimiento de su corazón a la alegría del de su padre.  

 (Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat)

 Lecturas de la Misa de este Domingo.

https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-c-cuaresma/#_DOMINGO_IV_DE_2

 This Sunday´s Holy Mass Readings

 http://www.usccb.org/bible/readings/033025-yearc.cfm



jueves, 20 de marzo de 2025

BONDAD FUERA DE TODA DUDA

 III Domingo de Cuaresma C (Lucas 13, 1-9)

             Si somos testigos de males, fruto de accidentes aciagos o de comportamientos perversos, no debemos dejarnos arrastrar por la seducción del mal, sino volver nuestra mirada a Dios. Es decir, hemos de encontrarnos con Dios, que «es compasivo y misericordioso». El mal que hay en el mundo, y que no deja de suscitarnos perplejidades e interrogantes, ha de movernos a una mayor adhesión al bien. Su permisión, por parte de Dios, es un misterio, pero no podemos dudar de su bondad y por eso necesitamos que purifique nuestra mirada y nos enseñe a verlo todo con los ojos de la fe. Es Dios, como dice el salmo, el que cura nuestras enfermedades. Es Dios también el que, como a Moisés, quiere mostrarnos de qué manera podemos contribuir a su plan de salvación y nos mueve a hacer el bien a los que nos rodean, a vivir la caridad con el prójimo.

 (Fuente: David Amado Fernández, revista Magníficat)

 Lecturas de la Misa de este Domingo.

https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-c-cuaresma/#_DOMINGO_III_DE_1

 This Sunday´s Holy Mass Readings

 http://www.usccb.org/bible/readings/032325-yearc.cfm




jueves, 13 de marzo de 2025

MI LUZ Y MI SALVACIÓN

 II Domingo de Cuaresma ciclo C (Lucas 9, 28b-36)

     El camino a la gloria pasa por la cruz. Por eso, el fruto de la oración siempre nos une a la obediencia de Jesús, es decir, a que nuestra vida empiece a ser transfigurada porque crecemos en el amor a él y al prójimo. La oración nos lleva a unirnos al deseo de Jesús de entregarse por nosotros para participar de su gloria.

En el camino cuaresmal, al detenernos en la transfiguración se nos descubre por encima de todo el inmenso amor de Dios por nosotros. El rostro que ahora brilla con luz inusitada quedará después oscurecido por la pasión. En ambos se nos revela la inmensidad del amor de Dios. Es el rostro que buscamos y que nos hace decir con el salmo: «El Señor es mi luz y mi salvación». 

 (Fuente: David Amado Fernández,  revista Magníficat)

 Lecturas de la Misa de este Domingo.

https://lecturasmisa.wordpress.com/l-i-c-cuaresma/#_DOMINGO_II_DE_1

 This Sunday´s Holy Mass Readings

http://www.usccb.org/bible/readings/031625.cfm